Las creencias limitantes son aquellas creencias negativas que nos bloquean y no nos permiten ver lo que queremos y, ¿cómo vamos a luchar por lo que queremos si ni siquiera sabemos qué es?
En este post te contamos más sobre este tipo de creencias y sobre cómo deshacerse de ellas para poder trabajar en lo que de verdad queremos.
Las creencias limitantes
Las creencias limitantes no tienen por qué ser reales, son una percepción de la realidad que hemos tomado como verdad absoluta y que nos impide crecer, desarrollarnos personalmente y/o
alcanzar nuestros objetivos.
Se trata de una afirmación que nos hemos repetido tantas veces que nuestra mente la ha tomado por una verdad. Estas afirmaciones pueden ser algo que hayamos experimentado en nuestra infancia o algo que se ha ido incorporado en nuestra vida adulta a través de nuestras vivencias.
Estas creencias limitantes nos pueden bloquear hasta el punto de alejarnos de quien realmente somos y de lo que de verdad queremos. Por eso tenemos que trabajar para eliminar estas creencias de nuestra mente y recuperar nuestra vida.
Ejemplos de creencias limitantes y cómo gestionarlas desde la raíz
El poder de las creencias limitantes es tal que puede llegar a paralizarnos, llegando a influir en nuestro día a día, ya que si de verdad creemos que no vamos a ser capaces de hacer algo nos bloquearemos y realmente no haremos nada al respecto, dándole la razón a esta creencia.
¿Por qué sucede esto? De tanto repetirnos que no lo vamos a lograr, nuestra mente nos predispone para el fracaso. Si entendemos de dónde nos viene esa creencia, podremos sanar con más facilidad el bloqueo que ha generado.
La raíz de tu creencia limitante:
Miedo por lo que podría suceder
Tenemos el foco puesto en el futuro y lo vemos desde una perspectiva catastrófica, imaginando todo lo que nos va a ir mal. ¿Cómo gestionar esto? Visualizar el futuro está bien, poner objetivos a corto plazo es una maravillosa forma de motivación, lo importante es centrar el foco en cómo deseamos que sea, en lo bueno, pero sin poner expectativas, estando abiertos al cambio y disfrutando del presente, que forma parte del camino hacia el futuro.
Autoestima baja
No voy a ser capaz de… No se me da bien... Eso es muy difícil para mí…
Si alimentamos día a día a nuestro cerebro con este tipo de afirmaciones, al final las tomaremos como una verdad absoluta que nos puede paralizar. ¿Cómo gestionar esto? Poniéndonos retos pequeños, en lugar de pensar que no vamos a ser capaces de algo debemos de retarnos a hacer esa cosa, si no somos capaces de hacerla no pasa nada, por lo menos lo habremos intentado, pero si somos capaces de hacerlo entonces habremos triunfado y nuestra autoestima se verá recompensada.
Ausencia de estímulos y/o referentes
Creemos que no vamos a ser capaces de hacer algo como emprender un negocio. irnos a vivir al otro lado del mundo o tener un estilo de vida diferente a lo que estamos acostumbrados a ver solo porque no tenemos referentes cercanos que hayan conseguido aquello con lo que soñamos y, más importante, que lo hayan hecho empezando desde nuestra misma posición. ¿Cómo gestionar esto? Buscando esos referentes fuera de nuestro círculo y preguntando cómo lo han hecho.
Falta de conocimiento
“No lo voy a hacer porque no sé hacerlo” ¿Cómo gestionar esto? Esta creencia es la más fácil de eliminar, ya que solo tenemos que aprender a hacerlo pero es la que toca de forma más directa a nuestro ego, al que tenemos que destruir primero para luego resultar exitosos. Ya no vivimos en una época en la que podamos decir “no se hacerlo, me quedo en casa” vivimos en una época en la que tenemos TODO tipo de recursos para aprender. Nos creemos que tenemos que nacer enseñadas y no, estamos en esta vida para aprender. Hay ciertas cosas que tenemos que aprender que forman parte de algo más grande; de nuestro sueño.
Diferencia entre una creencia limitante y una excusa
Una creencia limitante se siente como una verdad absoluta pero una excusa se siente como una mentira, tal cual la pensamos o decimos sabemos que no es algo real.
Ambas bloquean nuestra vida y para eliminarlas hay que ir a la raíz. Cuando ponemos consciencia en algo es imposible mentirnos a nosotros mismos.
Autoconocimiento como herramienta consciente
El autoconocimiento es la clave, en el momento en el que veamos que una creencia limitante se activa, tenemos que intentar parar un segundo para analizar la situación y decir “vale, esto me viene por mi falta de X así que voy a centrarme en trabajar sobre esa falta de X.”
Si cambias tus creencias y tu actitud frente a ellas verás que cambiará todo a tu alrededor.
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